domingo, 20 de mayo de 2012

Cabo Verde - Domingo - S2

Manel feliz tras un día de kite,
no tardaré en surfear también este spot, 
quiero mi muestra de arena de Sal, Cabo Verde, y voy a pelear por traérmela


Mañana


8h30. Suena mi despertador. Me levanto. Desayuno. Escribo en el blog. 9h. Suena el despertador de Víctor. No se levanta. 9h15 vuelve a sonar el despertador de Víctor. Ahora sí se levanta. Desayuna. 

Salimos a dar una vuelta. Paramos un taxi. Le preguntamos si por 5.000 escudos nos lleva a kite beach. El tipo responde que sí, que nos lleva. Nos acompaña a casa. Bajamos los equipos y los montamos en la pick-up. No era el plan, ir tan pronto. No hemos preparado el día. No tenemos qué comer. Cojo una botella de agua y los cereales. Tal vez con eso sea suficiente para un día de kite aunque seguro que no. Le digo al tipo que pare un momento en el chino, que compraré un par de cosas. El tipo accede. Luego que me lleve al mercado, a la frutería. También accede. 

Nos ponemos en ruta. El tipo toma un camino alternativo y nos lleva por las salinas. Para el coche para que las veamos. ¡Espectacular!. Nunca las había visto. Bajo. Echo un par de fotos. Proseguimos. 

Llegamos a la playa. Miguel, el portugués, está. La holandesa cañón está. Conocemos a Marcel, un suizo con novia española. Habla castellano. Conocemos a un tipo de London. Dice que está aprendiendo pero va y vuelve, así que ya será para menos lo de que está aprendiendo. 

Hinchamos y entramos al agua. El viento está 'onshore', hacia tierra, pero por lo pelos, bastante racheado y medio fuerte, unos 20 nudos. Entro. ¡Mierda!. Debo salir hacia la izquierda y sólo sé salir hacia la derecha. El viento viene justo al revés que en Castelldefels. Intento el water-start pero no lo consigo, no hay manera, me caigo una y otra vez, me golpeo con dureza contra el agua, algunas olas me rompen en al cara, trago agua, los ojos me pican. Decido salir y descansar un rato. Luego volveré a la carga. 

Víctor va y viene. Me dice que hay unas rocas algo más adentro, que vaya con cuidado. Le digo que vale pero, por dentro, me muero de risa. No queda ni nada para que yo llegue a esas rocas. Ni siquiera me he puesto sobre la tabla. 

Víctor me ayuda a subirla. Le doy la señal de ok pero no me la sube. Me dice que tengo dos líneas cruzadas. Pisa la cometa con la rodilla y me las cambia. La subo. Entro. Hago el water-start y un poco más. Cuesta cambiar de referencia. Salir de derechas no es como salir de izquierdas, pero tengo que aprender las dos, en un sentido se va y en el otro se vuelve. Lo mismo que antes: intento, reintento, más potencia, menos, salgo disparado otras tantas veces. El cielo está gris. Salgo de nuevo a descansar. Víctor sale. 


Tarde

Comemos los plátanos y unos peanuts. Charlamos con la gente. 

De pronto unos tipos filmando en la playa. Nos dicen que son españoles. Nos acercamos. Nos cuentan que hacen un reportaje de turismo en Cabo Verde, que se lo ha encargado la autoridad aeroportuaria del país, que ahora vienen unos amiguetes de Mitu y los filman. 

Llega la pick-up del equipo de Mitu. Salen dos negrazos, uno oscurito y el otro con rastas, unos cuerpazos, por otra banda, como el de la mayoría de caboverdianos. Hinchan. Nos acercamos. Charlamos con ellos. Son gente asequible. El más oscuro entra al agua con esa tabla para surfear olas. Hace unas cosas brutales bajo la atenta mirada de las cámaras. En un salto coge la tabla, se la pone entre las piernas, nos mira, sonríe, vuelve a coger la tabla, se la pone de nuevo en los pies y cae como si nada. Un ¡oh! se oye entre los asistentes. Nunca antes había visto nada igual. Espectacular. Todo virtuosismo. 

Víctor que si vamos al agua, que en un par o tres de horas regresamos a casa. Le digo que no, que se quede él, que yo tengo cosas por hacer. Me vuelvo con Miguel. El regresará con Marcel. Llego a casa. Me ducho. Maldito salitre, como acartona. Me pongo con el master. 


Noche


Llega Víctor. Que a las 20h ha quedado en el pontón, con Marcel, para cenar. Le digo que vale, que les acompaño. Llegamos al pontón. Recogemos a Marcel y nos dirigimos al 'bar a nos', el de las parrilladas. Cenamos. Charlamos. Reímos. Volvemos a casa. Son las 22h. Víctor está roto. Se acuesta. Yo aún me quedaré un rato más, leyendo. La luz no es suficiente. Se hacen las 23h y me acuesto, rendido. 

Hoy ni Internet, ni wifi ni nada de nada. Es lo que tiene la isla. A veces las cosas van y otras no. Lo mismo que el agua y la luz. ¡Qué le haremos! 

Ah!, se me pasaba, de regreso a casa nos encontramos con Sousa. Pactamos con él una visita guiada por la isla, en pick-up, 20€ each, será el jueves. 

Víctor me previene sobre la más que probable huelga de pilotos el viernes. Me propone hablar con la compañía para retrasar el vuelo uno o dos días e ir así sobre seguro. Le digo que de acuerdo, que como quiera, que no stress  


Niños jugando en la calle, 
esta vez a bastek, otras juegan a futbol, 
muchas veces con pelotas pinchadas y raídas

Éstos miraban jugar a los otros, imagino que esperaban su turno, 
los tengo justo delante de casa

Niño con pelota y balde, 
no necesitan juguetes para ser súper felices

'Ja' y amiga o hija suya,
hoy compramos bananas en su parada del mercado, la número 5, 
para llevarlas a kite-beach

Las salinas de Sal, camino de kite-beach, muy bonitas

Desierto, camino también de kite-beach

Víctor a punto de entrar al agua por primera vez, disfrutó del día, aún siendo gris, del viento, fuerte, aunque racheado, y de las olas, más mar adentro que en la orilla 

Pobre Manel, intentando una y otra vez ponerse sobre la tabla, 
hoy no lo consiguió, tal vez mañana

Negrazo filigranero del equipo de Mitu,
le pregunté por el mítico Mitu y me dijo que no vendría, que estaba en Portugal, 
igual que Airton, el nuevo campeón del mundo, de 17 años, 
ambos caboverdianos


Víctor me previene sobre la más que probable huelga de pilotos el viernes, el día de nuestro regreso. Me propone hablar con la compañía para retrasar el vuelo uno o dos días e ir así sobre seguro. Le digo que de acuerdo, que como quiera, que no stress  

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