martes, 22 de mayo de 2012

Cabo Verde - Martes - S2


Nicole, la holandesa, buenísima en el agua y buenísima fuera del agua,
ah!, por cierto, ahí, en la foto, también hay una cometa, es una NorthVegas 2012, 
¿alguien reparó en ella?

Mañana

Intento fallido de terminar mi plan de marketing...

Suena el despertador. Son las 7h de la mañana. Desayuno, lo de siempre, y me pongo con mi plan de marketing. 10h30, aparece un zombie por la terraza, es Víctor, mira el reloj, ya casi son las 11h de la mañana y a las 11:30 ha quedado con Marcel, el suizo, para tomar un taxi e ir a kite beach. Me pregunta que cómo lo llevo. Le digo que ahora ya sí lo tengo avanzado, que tal vez en 1h lo puedo tener listo y enviado. Pasa la hora y no lo tengo. Hemos quedado con Marcel. Me dice que tranquilo, que vaya haciendo, que él va al hotel de Marcel y entre esto y aquello me deja media hora más para que lo finiquite. Se hacen las 12h. Víctor y Marcel abajo, en el taxi, que si ya acabé, que si bajo. Les digo que no, pero que bajo, no puedo no ir a la playa dos días seguidos, además no sé si hay demasiada diferencia entre entregar el plan por la mañana o por la tarde. Ya me he pasado dos días y ya seguro no me lo cogen. Espero que me den opción a hacer alguna otra cosa para compensar que no entregué el trabajo a tiempo. 

Más Kite beach...

Cargamos las cosas en la pick-up de Lindo, así es como se llama el taxista, y nos dirigimos a kite beach. Llegamos. La holandesa, el de Londres, Miguel, el portugués, todos están ya en la playa. De hecho, por al mañana, a las 8:30, cuando salí a comprar el pan, a lo lejos, en kite beach, ya se veía una cometa. Hoy ha de ser mi día. El viento está flojo. Me cambio: neopreno y demás. Entro al agua. Intento un water-start de izquierdas. No lo consigo. Vuelvo a ponerme. Víctor sigue mis evoluciones. Se acerca. Me dice que no me lo piense tanto, y que me relaje. La verdad es que tiene razón. Lo intento algo así como una vez cada minuto y debo hacerlo al menos tres veces al minuto. Hasta que salga. Tener a Víctor en la orilla, siguiéndome, me motiva. Lo doy todo. Una y otra vez. Consigo levantarme y hacer unos metros pero a la segunda ya no pongo la cometa donde toca. Me duele la espinilla. Me he dado algún golpe en los pies, el suelo, en algunas partes, es de roca. Víctor que ya lo tengo, que lo hago todo bien, que sólo queda que suene la flauta, que sin olas ya lo tendría. Sigo, una y otra vez. 

Mediodía

Al cabo de 1h de pasarme, no llegar, salir volando controlado, descontrolado, tragar agua, cometazos al agua, decido salir y comer un plátano. Es nuestra dieta de estos días: plátanos y cacahuetes. Comemos y retomamos fuerzas. 

Tarde

Vuelvo a entrar al agua. Víctor me toma unas fotos en las que parece que ya navego, pero no navego. 

El día está gris, así como los últimos. Me gusta cuando hay sol, todo es mejor, incluso uno tiene más ganas de seguir tragando agua y de golpearse en pecho y costado, incluso de no darse cuenta que está en la orilla, salir volando y caer a peso en la arena. Eso duele, pero con sol y el viento tranquilo todo es más sencillo. A mi no me parece que haya tantas olas. De hecho las olas rompen en la orilla, luego hay una zona más tranquila, y más adentro, ahí sí que hay olas grandes. 

La holandesa, Nicole, nos dice que es el último día de viento, que el resto, hasta el viernes, ya no hay previsión, que aprovechemos. Volvemos a entrar. 

Ya son las 16h y la gente comienza a desfilar. Nuestro taxi no llega hasta las 17:30. A las 17:00 salgo del agua. Por hoy ha sido suficiente. 

Marcel ha estado un rato conmigo. Cogiéndome del arnés para estabilizarme de las olas. Me dice que no salga al largo, que ciña y que vaya en la dirección que me pide la cometa. Es justo lo contrario de lo que me dicen en Castelldefels. Imagino que a él le funcionó de esta manera. Yo sigo a lo mío, saliendo al largo y, cuando cojo inercia, intentando ceñir. 

El tipo de London sale del agua, tiene el flotador del borde de ataque lleno de agua. Nunca lo había visto. Aquí pasan cosas muy raras. 

El taxi no llega. Se hacen las 18h y ya en la playa sólo quedamos los tres: Víctor, Marcel y yo. Llamo al taxi. Lindo me dice que viene de camino. Al poco llega. Tomamos el taxi y regresamos a casa. Quiero ducharme primero. La ducha es una bendición tras un día de kite. He cogido frío. En kite beach no hay ducha de agua dulce, de hecho no hay nada, sólo un cobertizo para dejar las cosas y resguardarse del viento. Me ducho y sigo con la idea de importar y distribuir kites. Envío el Power Point y salimos a cenar. Esta vez toca pescado: garoupa.

Noche

El pulseritas...

Durante la cena un tipo se nos acerca. Hace pulseras. Nos dice que le compremos una. Nos enseña los modelos que hace. Son bastante sencillitos y en hilo, nada de ébano ni teca ni coco, ni nada por el estilo, unas pulseritas mondas y lirondas. Le preguntamos el precio. Nos dice que 5€. Le digo que dónde va, qué máximo 1€. El tipo qué dónde voy yo. A esas Víctor le ofrece 2€ por una. El tipo accede y sigue conmigo, que le compre yo también una. Le digo que no, que son muy caras, a lo que él me responde que no, que las vende a 5€ y que se las compran. Le digo que vale pero que yo no. Me siento a cenar. El tipo al lado de la mesa. ¡Joder, qué insistente!. No le digo que se vaya porque sería desagradable pero la verdad querría cenar tranquilo, sin verlo junto a la mesa con el rabillo del ojo. Acabamos de cenar y vamos a los bares. 

El equipo nigeriano y la simpática amiga de Víctor...

Nos encontramos con el equipo nigeriano de mujeres que fuman y le hablan a uno de tu. Ya sabemos el nombre de todas, de hecho cada noche coincidimos con ellas, y cada noche se vienen con nosotros a ver si un día hay suerte, como eso de Google que reza: 'hoy voy a tener suerte'. Se vienen con nosotros. Nos sentamos en una terraza. Estamos los tres y cinco furcias, todas nigerianas, menos una que es de Ghana. No hablan portugués, sólo inglés, y con un acento muy particular. Pedimos y piden. Vaya, nos va a tocar pagar las bebidas de las furcias. Por suerte no piden alcohol, lo más algún RedBull. Al momento una se levanta y se va a la mesa de al lado a tamarse el RedBull mientras intenta seducir a un guiri con gafitas. Víctor que luego le pasamos la cuenta al gafitas, que pague él los 2€ del RedBull. Me parto. Nos hacemos unas fotos. Marcel está medio casado y prefiere no salir en el blog. Internet es una bomba y él no quiere estar cuando estalle. Víctor se hace amigo de la furcia más bonita, 20 años, Nigeria. Dice que se parece a Whitney Houston y tiene razón. 

Al poco el tipo de las pulseras, que le compre una, que las vende a 5€. Le digo que no, que son muy caras. Víctor que le pida una que ya la paga él, Le pido una. Me dice que esa no, que esa no vale 2€. Lo envío a paseo por enésima vez, pero el tipo insiste. Al final accede a hacerme la que yo le pido. ¡Qué pesado, Dios mío!. Me hace la pulsera, le pago y me la ato, ésta en el brazo izquierdo. En el derecho llevo la de Brasil. Pagamos las bebidas de todos y todas y nos vamos a dormir. 

Mi amiga Queen y la novia de Víctor, Jennifer, o Jenifa, como dice ella, se levantan con nosotros y nos acompañan. Imagino esperan que les digamos que vale, que fiesta grande en casa, pero por distintos motivos eso no se va dar. Nos despedimos. 

Llegamos a casa. Estoy muerto. Me duele todo. Las piernas súper cansadas de hacer mil veces el water-start de izquierdas. El costado también muy dolorido, de cuando salí volando y no caí en el agua sino en la arena. Quiero escribir el blog, la tarde del lunes y el martes entero, pero no puedo. Mañana seguro no me acuerdo de las cosas con al misma viveza pero no puedo, estoy rendido. Me acuesto y me pongo el despertador a las 7h. 

Mañana toca diving, las inmersiones de cortesía. Víctor y Marcel irán prontito a la playa. Luego me uno yo a ellos. Tengo un plan para navegar. La bajo para que me dé el tirón, la subo un poquito para que no toque el agua, y enseguida, sin subirla del todo, suelto barra para que la cometa se quede abajo y no me tire demasiado. Ése es el plan, espero que funcione. En principio ya no va a haber viento. Lo dijo Nicole. Pero creo que se refería a que no habrá viento para ella pero, para un beginner como yo, seguro que sí hay y que es suficiente.

Ah!, se me olvidaba, de regreso a casa, paramos en la churrería. Hacen patatas fritas y hamburguesas. Víctor tiene antojo de patatas. Pide una ración, come dos y deja el resto. Ahora sí, llegamos a casa y nos acostamos. 

Mañana será otro día, espero que genial, ahora que me quité la presión de encima todo vuelve a la normalidad, ya puedo seguir disfrutando los tres días que me quedan. Qué rápido han pasado, un abrir y cerrar de ojos y ya estaba Víctor conmigo. Otro pestañeo y ya pasado mañana tomamos el vuelo. Y yo sin navegar, pero tengo horas y días por delante y muchas ganas de partirme la cara contra las olas de Cabo Verde.

 De izquierda a derecha: Marcel, el suizo, Víctor y yo, en kite beach, el cobertizo de fondo

Víctor, encantado con las olas de kite beach,
sus ocho días se convirtieron en seis por la huelga de pilotos en Portugal,
aún así disfrutó a tope del viento, de las magníficas olas 
y de la extraordinaria amabilidad de la gente de Cabo Verde

Manel tragando agua,
esta fue una de las imágenes más vistas estos días en kite beach 

Manel contra las olas

Manel 'fake' navegando

 

Manel remontando la playa, a patita, tras derivar, el pobre aún no sabe ceñir...

Pick-up de Lindo, nuestro taxista,
Víctor se emocionó con las fotos artísticas, ésta es una de ellas

Manel, cara y ojos castigados tras la lucha titánica de hoy, 
muchas horas contra viento y olas, y pocos argumentos, tabla, kite y knowhow...
hoy perdí, mañana ganaré

Manel con su amiga nigeriana Queen, 
27 años y buena gente pero ya algo astiada de la vida

En la churrería, hacían hamburguesas y patatas fritas, 
Víctor tuvo un antojo y paramos de regreso a casa,
pasamos un buen rato y echamos unas risas

 La terraza de casa tras un día de kite: 
tablas, cometas, bolsas para las cometas, barras, arnés, licras, neoprenos, bañadores, etc.
y, sobre todas las cosas, mucha mucha arena de playa

Mi pulsera del niño de las pulseras, 2€, 
verde y amarilla, colores de Brasil, la de Víctor roja y verde, colores de Portugal

Mi plan de marketing, slides improvisadas, 
sin corriente no había ni luz ni agua ni laptop, todo a manija, 
cuando regresó la luz hice un Power Point, lo entregué y me pusieron una A

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