Manel Carrera: Cabo Verde

La hermana de 'Ja', también muy bonita y alegre,

parece la que parte la pana en el grupo,

casada y con dos criaturas, 26 años

Mañana

Pongo el despertador a las 8h de la mañana. A las 9h abren la escuela de kite, ahí donde en teoría tienen mi kite, y quiero estar para cuando abran. Esta vez no me despertó la luz sino el despertador, señal de que anoche estaba reventado. Me ducho. Ayer no lo hice, me acosté con todo el salitre, no podía con mi alma y ponerme bajo la ducha se me hizo un obstáculo insuperable. Desayuno, leche con chocolate y cereales.

Falsa alarma...

Me conecto. Quiero escribir los pies de fotos del post de ayer, y quiero consultar también las estadísticas, a ver si hay muchos o pocos que me siguen. Me conecto. Al poco se pierde la conexión. Ya estamos de nuevo con Internet. Bajo al cyber. El tipo debe estar ya un poco hasta el gorro de mí. Le digo que no se me conecta. Me dice que no es su problema. Le digo que ya lo sé, que no es su problema, pero que aún así que me eche un cable. El tipo me dice que sí. Tengo que hablar con la operadora y ellos sólo atienden en portugués. Enciendo el ordenador y le muestro cómo se conecta y cómo al poco se desconecta, pero esta vez no pasa, la conexión, una vez establecida, se mantiene. Bueno, mejor, debió de ser un fallo momentáneo, así nos ahorramos los inconvenientes de tener que reclamar. Le pregunto si puede quedarse con mi laptop, que tengo que ir a la escuela de kite, a la de al lado del pontón, a buscar mi kite, que lo tengo allí reparando. Me dice que no hay problema, que me lo guarda, que luego pase y lo recoja.

Recupero mi kite...

Llego a la escuela de kite a las 9h30. Me atiende una chica hindú. Le digo que anteayer le dejé mi kite a un tal Rot, que la válvula del borde de ataque me perdía. Lo llama. El tipo el explica no sé qué por teléfono. Me muestra mi kite. Le pregunto cuánto le debo. Me dice que nada, que ya le invito un día a una birra, que no stress. Guau, súper!. Le doy las gracias.

Accidentado día de kite en Ponta Preta...

Hablo con unos tipos que en ese momento se encuentran en la escuela, parecen yankis. Les pregunto si van a hacer kite y me dice que sí. Les pregunto que sí hoy. Me dicen que sí, que en veinte minutos salen. Les pregunto si puedo ir con ellos. Me dicen que sí, que vaya a por mi material, que tengo unos minutos hasta que llegue una compañera de ellos de hacer windsurf, y que una vez llegue salen. Voy a casa y regreso con todas las cosas. Me paso un poquito de lo acordado pero los tipos aún están ahí. Cargamos el material en la pick-up. Entran en la cabina. No hay sitio para mí. Me monto en la parte de atrás, junto al material. Súper, kite reparado, compartiendo taxi y camino de un nuevo spot de kite. Esta vez vamos a Ponta Preta, no a kite-beach como anteayer. No hay problema., así conozco un spot nuevo y puedo comparar. En diez minutos llegamos. Descargamos las cosas. Monto. Me pongo el neopreno. Levanto el kite y me dispongo a entrar al agua. La dirección del viento no es del toldo buena, está un poquito offshore, y además está flojito y bastante racheado. Se me cae al agua, antes incluso de intentar nada. Me ayudan a levantarlo. Tendré que ir con cuidado, las condiciones no son las mejores. Vuelvo a intentarlo y se me vuelve a caer, esta vez a plomo. Ha pasado de unos 10-12 nudos a 0 nudos durante unos cinco segundos y casi chafo a una pareja que caminaba por la orilla. Se lo toman a broma y ríen. Bueno, mejor, la cosa es muy seria pero mejor si no tengo problemas. Lo subo de nuevo y me vuelve a hacer un extraño. Esta vez casi le arranco al cabeza a unos turistas. Como el lema de aquí es 'no stress' estos también sonríen y lo entienden más como una aventura que como una temeridad. Decido que por hoy mi día de kite acabó. Recojo las cosas y volvemos a Santa María. Mis compañeros de taxi tampoco se sienten cómodos con las condiciones y deciden regresar tomando un taxi de vuelta. Vuelvo a compartirlo con ellos. A la llegada me dicen que no les debo nada, que otro día pago yo. Al final no eran yanquis. Los chicos, uno era holandés y el otro suizo, y la chica española, de Zaragoza, pero afincada en Holanda desde hace unos diez años.

Mediodía

Ya es la una de mediodía. Decido comer en el garito imposible. Llego a la taverna. ¿Qué ven mis ojos? Está abierta. Entro. Me dicen que pollo o pescado. Digo que pollo. Y una coca-cola. Estoy muerto de sed. Como. El sitio es muy agradable y muy limpio. La comida normal, ni mejor ni peor que los otros garitos en los que he comido o cenado. Regreso a casa.

Las pescateras en el mercado. Me acerco. Les pregunto por la chica caboverdiana con la que quedé ayer. Me dicen que no está. La llaman. Me dicen que me espere, que enseguida llega. Me siento y charlo con ellas. Poco a poco van viniendo otras. Al final estamos diez caboverdianas y yo. Subo las cosas a casa. Vuelvo a bajar. Me piden que las invite a una cerveza. Compro una de litro y la llevo. La bebemos mientras charlamos amistosamente. Llega la pretendida. Me dice que tiene novio pero que ni está casada ni tiene hijos. Le digo que no quiero problemas, que no quiero que me peguen, que de haber traído las bambas de correr que entonces sí, que no había problema, pero que así, en chanclas, no me atrevo, que temo por mi integridad física. Le digo que no, que no importa, que lo dejemos estar, que ya encontraré a alguien con quien celebrar mi cumpleaños.

Subo a casa. Estoy muy cansado. Me acuesto y consigo dormir unos minutos. Debo ponerme con el master y olvidarme un poquito del kite, ya habrá tiempo cuando llegue Víctor. Además estos días están siendo malos y a partir del domingo parece ser que habrá mejor previsión de viento.

Tarde

Son las 17h. Salgo. Compro jabón y suavizante para la ropa: 2.200 escudos, unos 2€.

Me dirijo a la panadería. Entro. Pregunto si tienen algo con chocolate. Me dicen que sí, que pan-chocolat, pero que es por la mañana, que ahora ya no les queda. Ayer por la tarde realicé exactamente la misma operación: entro en la panadería, pregunto si tienen algo de chocolate y me dicen que sí, pero que ya no les queda, que es por la mañana, que pregunte mañana. Deben pensar que el español es lerdo.

Me dirijo la tiendecita china, pero no a la de al lado de casa, a la otra, a la que tiene el chico caboverdiano atendiendo, aquél que me cae bien, el que luego me encontré en el cyber y me saludó. Llego. Busco Nesquik. Recuerdo haberlo visto el otro día de pasada. Entonces aún me quedaba chocolate, pero ahora ya no, lo gasté, y no puedo empezar el día sin mi tazón de leche con Cola-cao, o chocolate, o Nesquik, o lo que sea que venga a sustituir al Cola-cao. Salgo del chino.

Me conecto, con el smartphone, con wifi. Como estoy cerca del centro del pueblo no hay problema. Me entran todos los whatsapps de ayer. Los contesto y pongo nuevos. Regreso a casa. Ya son casi las 20h. Estoy cansado. Imagino que porque para mí realmente ya son cerca de las 23h. Me conecto a Internet. Quiero ponerme con lo de la UOC. No puedo. La página no carga. Todas lo hacen pero no la de la UOC. Me entra el cangueli, ya sólo quedan tres días para entregar el plan de marketing y no consigo cargar la página de la UOC. Se disparan mis alarmas.

Noche

21h, ceno, fideos, deshidratados. Me están salvando bastante la vida. Esta vez echo más agua y me quedan bastante sosos. Para variar no tengo sal. Paso de bajar. Me los como pero no los disfruto. Qué le haremos...

Estoy muy cansado y no son ni las 22h. Quiero ir al Calema y al Chill-out. Me han dicho que a partir del jueves está mejor, que sale más gente. Escribo el blog y se me hacen las 24h. Salgo. Primero el Chill-out. Está bien. Me gusta la terracita. Pido una cerveza y salgo a la terraza. Se ve más ambiente, fuera, dentro hace calor. Un montón de chicas muy bonitas. No me lo digas, ¿furcias?. Eso es, furcias. Qué rollo, esta vez tampoco hablaré con nadie.

Al poco la nigeriana, la de la otra noche, que si puede sentarse conmigo. Le digo que cómo no, que se siente. Se sienta y charlamos. Le pregunto que qué ha hecho durante el día, me dice que tareas de la casa, imagino que igual que ayer e igual que anteayer, hasta que llega la noche y sale a trabajar. Me da que no debe tener demasiado éxito, si no ¿de qué tanta insistencia conmigo? Saco un par de fotos y me vuelvo a casa. Solo.

Me acuesto a eso de las 2h de la madrugada. Mañana a las 8h me recogen y termino el curso de diving.

Ah!, se me pasaba, a partir de las 21h, las 24h en España, comienzo a recibir whatsapps y felicitaciones por facebook. Estoy sólo pero no siento que no vaya a disfrutar de mi día especial.